Por Zeke Miller y Colleen Long — The Associated Press
La cadena de noticias CNN emite este jueves la primera entrevista televisiva a la vicepresidenta, la demócrata Kamala Harris, como candidata demócrata a la Casa Blanca, junto con su compañero de fórmula electoral, el gobernador de Minnesota, Tim Walz. Ambos se encuentran en medio de un viaje de campaña en Georgia, pero la entrevista con la periodista Dana Bash emitida hoy puede ser clave tras las críticas republicanas a Harris por evitar eventos que no se pueden controlar al 100%, como las ruedas de prensa.
Le ofrecerá además una nueva oportunidad de definir su campaña ante los estadounidenses y prepararse para el debate electoral del 10 de septiembre ante su rival republicano, el expresidente Donald Trump. Pero conlleva un riesgo político ahora que su campaña quiere aprovechar el impulso de la candidatura tras la Convención Nacional Demócrata de la semana pasada, con la novedad además del relevo tras la salida del presidente, Joe Biden, como candidato.
Las entrevistas conjuntas durante un año electoral son habituales en política; Biden y Harris, Trump y Mike Pence, Barack Obama y Biden, todos las hicieron en un momento similar de la disputa. La diferencia es que esos otros candidatos también habían hecho entrevistas en solitario. Harris aún no ha hecho una entrevista en profundidad desde que se convirtió en la candidata hace cinco semanas, pero sí cuando aún era compañera de fórmula de Biden.
Harris y Walz siguen siendo menos conocidos para los votantes que Biden o Trump. La entrevista, que se emite a las 9 de la noche, les pilla durante una gira de dos días en autobús por el sur de Georgia para hacer campaña por el crítico estado disputado, un viaje que culmina hoy con un mitin en Savannah. La campaña de Harris cree que, para ganarle el estado a Trump en noviembre, debe hacer incursiones en los bastiones del Partido Republicano.
Harris, durante su mandato como vicepresidenta, ha concedido entrevistas a muchos medios de comunicación y a un ritmo mucho más frecuente que el del presidente, descontando la ofensiva mediática del presidente tras su desastroso debate frente a Trump que a la postre desencadenó su retirada de la candidatura.
La falta de acceso de Harris a los medios de comunicación en el último mes se ha convertido en una de las principales líneas de ataque de los republicanos. La campaña de Trump ha llevado la cuenta de los días que ha pasado como candidata sin conceder una entrevista. El miércoles, la gobernadora de Arkansas, Sarah Huckabee Sanders, exsecretaria de prensa de Trump, sugirió que Harris necesitaba una “niñera” y que por eso Walz estaría allí.
“Saben que Harris no puede superar una entrevista ella sola. No hay mucha confianza en alguien para convertirse en la líder del mundo libre y pedir a la gente que la haga presidenta de EE.UU. cuando ni siquiera puede sentarse para una entrevista”, dijo en Fox News.
Trump, sin embargo, se ha decantado en gran medida por medios de comunicación conservadores a la hora de conceder entrevistas, aunque en las últimas semanas ha celebrado ruedas de prensa en un intento de recuperar el protagonismo frente al ascenso de Harris.
Tras la entrevista, Harris continuará la gira en autobús en solitario, dirigiéndose a un mitin antes de volver a Washington. El miércoles, los dos visitaron la banda de música de un instituto para deleite de los estudiantes, y se detuvo en un restaurante de Savannah.
Su campaña busca que estos actos motiven a los votantes de zonas proclives al Partido Republicano que tradicionalmente no ven a los candidatos presidenciales, y espera que generen momentos virales que se abran paso a través de la cobertura mediática en todo el país.
Harris tiene otra jornada de campaña el Día del Trabajo con Biden en Detroit y Pittsburgh, a poco más de 70 días para las elecciones. Las primeras papeletas de correo se enviarán en dos semanas.