La señora Reina Zelaya y su familia visitaron Hoy Día para compartir su historia de lucha tras haber llegado hace 32 años a Estados Unidos.
Esta jefa de familia ha enfrentado duros golpes desde que inició una nueva vida en este país: su esposo falleció hace 20 años y uno de sus hijos perdió la vida recientemente mientras trabajaba.
A pesar de ser una mujer respetable, trabajadora y una excelente madre, como sus hijos la describen, Reina recibió una orden de deportación, lo que podría llevarla a regresar a su natal Honduras en donde no tiene familia.
“Si vuelvo a Honduras no tengo a nadie y yo me moriría porque perdería a mis hijos, se quedan aquí y yo me tengo que ir para Honduras, sería muy triste”, expresó.
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Enfrentar una nueva realidad
Cuando Reina llegó a Estados Unidos junto a su esposo, ella se dedicaba a las labores domésticas y la crianza de sus hijos, por lo que la muerte de su cónyuge representó un reto complicado.
“Fue muy difícil para mí porque yo no estaba acostumbrada a trabajar, tuve que trabajar para sacar a mis hijos adelante y fue muy triste, pero salí adelante gracias al Señor, he salido como he podido”, compartió.
Reina es una mujer admirable, que tuvo que tomar el rol de madre y padre y sus hijos reconocen los sacrificios que ha hecho por su familia, “ha sido una madre excelente”, dijo una de sus hijas a Penélope Menchaca.
Como un milagro
Jorge Rivera, abogado de inmigración, explicó en el show que el caso de Reina era complicado porque, aunque inicio un caso de petición de residencia, no le dio seguimiento por bastante tiempo.
“El problema en el caso de Reina es que no se le dio seguimiento a un caso de asilo y qué pasa cuando no se le da seguimiento a un caso de residencia, asilo, Inmigración no se olvida de las personas, ellos proceden a un proceso de deportación y si la persona no se presenta, ordenan la deportación y se convierten en fugitivos y muchas veces no lo saben”, indicó el experto.
Sin embargo, después de meses de trabajo, el abogado llegó con una excelente noticia que cambiará la vida de esta familia:
“Después de 30 años, murió su esposo, murió su hijo, pero hoy día, le tengo la mejor noticia ¡aprobaron su caso, le quitaron la deportación y va a poder ser residente!”.
Reina y sus hijos rompieron en llanto al recibir sus papeles de residencia, ahora podrán poner punto final a este capítulo de su vida que por tantos años los tuvo en la incertidumbre.